Ser Puentes de Esperanza – Caminando en Adviento Con María
Jornada de Oración y Reflexión Ignaciana
Oficina de Espiritualidad Ignaciana – Parroquia St. Benedict, Somerville, MA
por Zandra Schiemann
El pasado sábado 29 de noviembre, en la parroquia de St. Benedict, donde estamos formando una nueva Comunidad Hispana Ignaciana, 78 personas —entre familias y miembros de la comunidad parroquial— participaron en la Jornada de Oración y Reflexión Ignaciana: Ser Puentes de Esperanza – Caminando en Adviento con María.
El propósito del encuentro fue contemplar el Adviento como un camino de peregrinación interior hacia la esperanza. Inspirados en la mariposa monarca y el “efecto mariposa”, los participantes reflexionaron sobre cómo cada gesto sencillo puede transformar la vida propia y la de los demás, reconociendo que Dios nos acompaña en nuestra fragilidad y movimiento, y que estamos llamados a ser migrantes de la esperanza.
La jornada comenzó con una oración dirigida por el padre Alejandro López Cardinale, párroco de St Benedict, seguida por momentos de oración, reflexión en silencio y dinámicas guiadas por Zandra Schiemann, de la Oficina de Espiritualidad Ignaciana.
El encuentro se vivió en cuatro momentos:
Migrantes de la esperanza y el efecto mariposa, que mostró cómo lo pequeño puede transformar la historia,
Siendo puentes a través de valores como amor, esperanza, paz y alegría,
María, Señora del Camino, presentada como migrante de la esperanza que nos invita a caminar con confianza desde la fragilidad, y
un ejercicio de contemplación y oración personal en silencio ante el Santísimo, acompañados por la Virgen María y San José.
Durante la jornada, cada grupo fue construyendo su propio puente, con cimientos firmes en los valores compartidos y celebrados en comunidad. Estos puentes se integrarán al gran pesebre que adornará la parroquia en esta Navidad, como signo visible de esperanza, fraternidad y trabajo comunitario.
La oración final, en torno a María, nos invitó a contemplarla como modelo de discernimiento: que escucha, guarda en su corazón, y actúa, la mujer que “en todo ama y sirve” cuyo “sí” humilde sigue recodándonos que cada gesto sencillo puede ser un aleteo capaz de cambiar el mundo.
El encuentro concluyó con una bendición solemne impartida por el padre Alejandro, dando cierre a una jornada marcada por la oración, la reflexión y el compromiso de ser puentes, migrantes de la esperanza en nuestras familias y comunidades.