Caminos de  Esperanza: Fe, Justicia e Inmigración 

Viaje a la Iniciativa Kino para la Frontera

por Zandra Schiemann

El Comité de Inmigración de la Parroquia Jesuita de San Ignacio en Chestnut Hill, MA, a la cual pertenezco, organizó un viaje de inmersión para sus feligreses a la “Iniciativa Kino para la Frontera”, en Nogales, Arizona y Nogales, Sonora, México.   

Durante cinco días en la frontera, tuvimos la oportunidad de conocer diversas realidades y perspectivas sobre la migración en la región. Nos reunimos con rancheros locales, quienes compartieron sus experiencias sobre el impacto de la migración en sus tierras, y también asistimos a audiencias públicas de deportación en la Corte de Tucson AZ, donde presenciamos el difícil proceso legal que enfrentan muchos migrantes, en su mayoría jóvenes.   

Este viaje nos brindó la oportunidad de encontrarnos cara a cara con migrantes recientemente deportados, quienes acuden diariamente a Kino en busca de alimento, asistencia médica, apoyo psicológico y orientación legal.  

También nos permitió conocer a aquellos que han estado esperando la oportunidad de ingresar a los Estados Unidos para solicitar asilo, pero que ahora se enfrentan al difícil desafío de decidir su futuro, debido a la falta de rutas legales disponibles. 

Pudimos escuchar de primera mano sus historias, comprender sus dificultades y ver cómo Kino representa un refugio y una esperanza en medio de la adversidad. Allí, los migrantes tienen la posibilidad de aprender un oficio y se han organizado en una cooperativa donde venden lo que aprenden a hacer tanto niños como adultos. Con muy pocos recursos y en condiciones muy difíciles elaboran artesanías y tienen una pequeña repostería con productos locales. 

Realizamos un recorrido simbólico por el desierto, siguiendo algunas de las rutas que los migrantes utilizan en su travesía. Ver los objetos personales que deben dejar atrás, los recuerdos que los acompañan y, en muchos casos, la pérdida de vidas humanas, nos recordó la urgencia de actuar. La fe y la justicia van de la mano, y estar junto a quienes más lo necesitan no solo es un acto de solidaridad, sino un compromiso que debemos compartir con nuestras comunidades.  

En cada rincón de la región, se honra el legado del Padre Eusebio Kino, conocido como “El Misionero a Caballo”. Este jesuita dejó una huella profunda en la zona, uniendo evangelización con el progreso social y económico de los indígenas, promoviendo su bienestar y defendiendo su dignidad. 

Su influencia y espíritu misionero siguen vivos hoy en día, reflejando las tradiciones jesuitas de caminar junto a las comunidades vulnerables, la educación y la justicia social. Estos valores continúan inspirando a cada persona que hace parte de la “Iniciativa Kino para la Frontera, reafirmando su legado a ambos lados de la frontera. 

Este encuentro nos recordó que, más allá de las fronteras y políticas, la dignidad humana y el derecho a una vida segura siguen siendo una causa por la que vale la pena luchar. 

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